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MARTINEZ


Como era de esperar en uno de los principales y más abundantes apellidos españoles los Martínez de La Almunia son numerosos, diversos y ocupan cronológicamente los 8 siglos de nuestra historia. Ya en 1281 está documentado un Juan Martínez, notario público de La Almunia, y en 1314 doña Toda Martínez, mujer de don García Pérez de Cabañas, por citar sólo 2 casos. Además, si asimilamos Martín y Martínez, ya en una reunión del Concejo de La Almunia de 1312 aparecen Johan Martín Pelillero o Lope Martín fillo de don Aparicio. En un Concejo de 1320 están presentes el escudero don Pero Martín y otro Pero Martín fillo de don Nicolau. Ese mismo año, pero en el Concejo de Cabañas reunido en la iglesia de San Miguel, constatamos la presencia del caballero don Sancho Martínez de laguniella y del escudero Exemen Martínez de Chodas. En 1393 documentamos al notario Johan Martínez de Valconchera, y podríamos seguir con ejemplos.
Nos vamos al fogaje de 1495 con Anthon Martínez, Sancho Martínez y Francisco Martínez de Sant Anthon como tres cabezas de familia almunienses. Y en el fogaje de 1647 aparecen Alonso Martínez , Jusepe Martínez, y el notario real Juan Martínez.
De las familias que han llegado hasta nuestros días , y sin pretender abarcarlas todas ni mucho menos, se pueden citar los chuceros, bolos, secos, cinticas, cotanos, los del molino, gasparillos, zabaletas, piturres y la familia de Florián Rey. Esta última (Martínez Castillo) ya desapareció del pueblo y se remontaba como mínimo al matrimonio de Felipe Martínez y Rosa Herrero en 1728. A ella pertenecieron el abogado Enrique Martínez Salueña, primo hermano del padre de "Florián", que fue secretario del Ayuntamiento y alcalde en 1894 y 1898, y Mateo Martínez Navarro, tío de Florián que fue alcalde en 1899-1900-1901-1904-1905.
En los chuceros podemos distinguir entre los Martínez Alfonso que tenían el bar de la Plaza (el padre Fernando Martínez García fue alcalde en tiempos de la República), y los Martínez Barberán, varias generaciones de carpinteros. Esta familia se remonta como mínimo al matrimonio de Sebastián Martínez y Bárbara Navarro en 1716.
También de los bolos se pueden distinguir dos ramas, las que surgen del doble matrimonio de Mariano Martínez Zarzoso, el primero con María Cebrián del que proceden los Martínez Talayero, y el segundo en 1843 con Apolonia Gascón del que descienden los Martínez Guerrero.
De los secos (Martínez Díez), cinticas (Martínez Fernández) y los piturres (Martínez Sánchez) podemos remontarnos como mínimo a Juan Martínez y Josefa Hernández que contrajeron matrimonio en 1684. Los secos y cinticas siguen la línea de Manuel Martínez López casado en 1835 con Casilda Abad, y los piturres la de su hermano Pantaleón Martínez López casado en 1840 con Manuela García hasta llegar siglo y medio más tarde a la jotera Paula Martínez García.
De los Martínez Pascual (clarianas por parte de padre y cotanos por parte de madre) hasta el matrimonio de Sebastián Martínez y Bárbara Navarro en 1716.
Más difícil es seguir la pista de los del molino (Martínez Villa, Martínez Orna), la fábrica harinera de la carretera de Cariñena por sus varios matrimonios con forasteras (las bodas solían celebrarse en el pueblo de la mujer). Su rastro más antiguo lo encuentro en el padrón de habitantes de La Almunia de 1824 donde aparece Manuel Martínez, hornero, con su mujer Josefa Va, de Almonacid. A esta familia de harineros y panadero-pasteleros pertenece el que fuera alcalde Pedro Martínez Orna.
A los gasparillos (Martínez Gimeno) habría que buscarlos en Inogés, aunque ya en el padrón de habitantes de 1857 los encontramos viviendo en La Almunia: Gaspar Martínez García, molinero, de 40 años y su mujer Ignacia Herranz, con 4 hijos, el mayor también de nombre Gaspar, seguramente nacido en Inogés, será el padre de Ignacia, la tía gasparilla.
De los zabaletas (Martínez Martínez, Martínez López) no encuentro datos anteriores al matrimonio de Pedro Martínez Millán y Antonia Martínez Serrano en 1887.
Por último los Martínez Clariana, roetes por parte de madre, se remontan al matrimonio de Manuel Martínez Ibáñez ( albardero, viudo de Antonia Lahuerta ) y Francisca Gracia en 1853.
En resumen, ser Martínez en La Almunia no garantiza en absoluto ser pariente de otro Martínez. Al menos una decena de familias distintas sin relación entre ellas lo certifican.


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